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COMISION ESTATAL DE EMERGENCIA Y AUXILIO DE BCS

H E M O R R A G I A S

 Concepto: Hemorragia es aquella pérdida de continuidad de los vasos sanguíneos que ocasiona la salida de la sangre hacia un espacio distinto al que la contiene. Como  respuesta a esta perdida sanguínea el organismo pone en marcha una gran variedad de mecanismos para tratar de controlarla entre ellos se encuentra la migración y agregación de plaquetas alrededor del vaso lesionado  formando un coagulo que proporciona un efecto de tapón al vaso impidiendo la fuga de sangre. Sin embargo este mecanismo es útil y efectivo solamente en aquellas situaciones en las cuales la hemorragia es de pequeña magnitud y hasta cierta forma controlable por lo cual la perdida continua y no controlada de gran cantidad de sangre puede ser potencialmente letal para el individuo  pudiendo ocasionar la muerte.

Son muchos los factores que pueden ocasionar una lesión y producir consecuentemente una hemorragia, los más comunes de estos son las ocasionadas por trauma o golpes que produce una lesión directa a los vasos sanguíneos.

Otro aspecto importante a determinar es el origen real de la hemorragia y hacia donde se dirige la sangre al salir del vaso sanguíneo lesionado, en base a estos aspectos, las hemorragias desde el punto de vista de su origen se pueden clasificar también en:

 Hemorragia Interna : Es aquella que en la mayoría de los casos en producida por el sangrado consecuencia de una lesión directa de un órgano que se encuentra en una cavidad de organismo al ser objeto de traumatismo o lesión contusa que produce la salida de sangre y su acumulación dentro de una cavidad natural del cuerpo, el ejemplo mas clásico es la hemorragia dentro del abdomen o la hemorragia dentro del cráneo que son consecuencia de golpes o traumatismo producidos por accidentes automovilísticos al recibir n impacto en estas aéreas anatómicas y que desafortunadamente constituyen un reto para el primer respondiente ya que el tratamiento que puede brindarse en la escena es muy poco, pues estas hemorragias deben de ser siempre tratadas en un hospital y generalmente con una intervención quirúrgica.

 Hemorragia Externa: es aquella producida cuando a consecuencia de una lesión directa de un vaso sanguíneo la sangre sale hacia el exterior del cuerpo y es visible en su totalidad, aspecto comúnmente producido por cortaduras o golpes sobre la piel y tejidos, siendo estas las mas fáciles de controlar por los métodos ordinarios que veremos a continuación mas sin embargo no descarta su potencial peligro de complicación y muerte si no es controlada de manera adecuada. Después de comentar objetivamente la clasificación general de las hemorragias importante distinguir dentro de las hemorragias externas los distintos tipos existentes los cuales se clasifican en base al tipo de vaso sanguíneo del cual provienen.

 Por tanto las hemorragias externas se clasifican en hemorragias venosas, arteriales y capilares dependiendo del vaso que sufre la lesión.

 Calificación de las hemorragias:

�� Arterial: Rojo brillante, con pulsaciones.

�� Venosa: Rojo oscuro, salida continua.

�� Capilar: Escasa sangre (gotas en puntilleo), enrojecimiento

�� Mixta: Combinación de dos, o más clasificaciones

 Hemorragia arterial: Una hemorragia arterial se caracteriza porque la sangre es de color rojo brillante por la presencia de oxigeno, su salida es abundante y en forma intermitente coincidiendo con las pulsaciones o latidos cardiacos ocasionando un flujo de sangre fuerte y abundante.

 Hemorragia venosa: La hemorragia venosa se caracteriza porque la sangre proveniente de las venas es de color oscuro por la presencia de bióxido de carbono y productos de desecho en la sangre presentándose en flujo continuo y pausado, es una hemorragia mas fácil de controla siempre y cuando la lesión del vaso no sea de grandes magnitudes.

Hemorragia Capilar: Las hemorragias capilares también llamadas superficiales son producto de los  pequeños vasos sanguíneos situados en las capas de la piel dando origen a una hemorragia generalmente escasa y que puede ser controlada fácilmente. El poder determinar que tan grave o potencialmente peligrosa es una hemorragia es necesario tomar en cuenta diversos factores entre los que destacan:

 1. Tipo y calibre del vaso lesionado

 2. Si la sangre fluye al interior o al exterior del organismo

 3. Origen real de la hemorragia

 4. Cantidad de sangre perdida

 5. Edad y peso del paciente

 6. Condición física y estado general del individuo

 Métodos de contención de hemorragias:

Es importante comentar que antes de llevar a cabo cualquier método de contención de hemorragias no hay que olvidar que debemos seguir el protocolo de valuación inicial del paciente que se ha comentado en capítulos anteriores en donde el valorar la permeabilidad de la vía aérea, la ventilación y el pulso es importante ya que si esto no se realiza corremos el peligro de que el paciente surja alguna complicación que no necesariamente será consecuencia de una hemorragia.

 Antes de brindar tratamiento indicado y los métodos de contención de las hemorragias es imprescindible utilizar equipo de protección personal que aísle todo contacto directo con la sangre, como son guantes, lentes y cubre bocas en su caso o elementos comunes como frazadas, gasas o apositos si es que no cuenta con los anteriores, ya que la posibilidad de transmisión de una enfermedad transmisible por el contacto directo con la sangre no debe pasarse por alto. Obtener de manera breve los antecedentes de la lesión que ha sufrido el paciente es sumamente importante ya que esto nos permite determinar la posibilidad de poder sospechar una hemorragia interna que no sea identificable a simple vista y modifica así nuestro manejo así como también realizar una rápida evaluación de la causa y origen que nos permita reconocer el tipo de hemorragia al que nos enfrentamos. Los pasos a realizar en caso de una hemorragia son:

 Colocar al paciente en una posición cómoda en la cual se permita y favorezca el control y la disminución de la hemorragia. Controlar la hemorragia en primer lugar ejerciendo presión directa sobre el sitio afectado  colocando una gasa o apósito seco y limpio comprimiendo firmemente con una mano. Sabiendo que si este apósito se moja de sangre será necesario colocar uno nuevo sobre el primero sin remover este y continuar la presión por tiempo indefinido ya que si retiramos el apósito mojado corremos el  riesgo de arrastrar el  coagulo formado y causar una nueva hemorragia.

 Si el método de la presión directa es insuficiente y la hemorragia continua se puede sumar la elevación del miembro afectado por arriba del corazón ya que esto disminuye el flujo sanguíneo y contribuye a que el sangrado disminuya acelerando el proceso de coagulación. En caso de que estos métodos no resulten y la hemorragia continué o no sea posible ejercer presión directa sobre el sitio afectado será necesario ejercer presión indirecta sobre el aso sanguíneo que se encuentre anatómicamente mas cercano al sitio afectado produciendo así una disminución del flujo sanguíneo. El mantener al paciente en calma y tranquilo o en reposo favorece la disminución del ritmo de los latidos cardiacos y así la consecuente disminución del flujo sanguíneo hacia los tejidos y por ende el mejor control de la hemorragia.

¡Mucho cuidado¡¡ el uso de torniquetes queda restringido. Solo debe de ser utilizado como ultimo recurso y bajo circunstancias muy especificas como una amputación parcial o total del miembro afectado debido a las enormes y graves consecuencias que conlleva su utilización al no poder controlar el tiempo especifico en el que el sitio afectado permanece sin flujo sanguíneo pudiendo ocasionar muerte de los tejidos. El traslado del paciente a un centro hospitalario debe iniciarse lo antes posible con el objeto de seguir ganando tiempo y poder derivar al paciente a un lugar donde pueda recibir tratamiento especifico.

Manejo de las hemorragias Internas: Como ya mencionamos las hemorragias internas son aquellas en donde la sangre fluye hacia dentro del organismo y es frecuentemente ocasionada por la lesión directa de un órgano dentro de un cavidad que impide la salida de sangre al exterior. Este tipo de hemorragias representan un problema que puede ser potencialmente grave haciendo caer al paciente en un estado de  shock grave sin que exista la posibilidad de identificar el origen del sangrado, pudiendo guiarnos únicamente por los antecedentes de la lesión. Por tal motivo el tratamiento de las hemorragias internas debe centrarse únicamente en el cuidado del ABC y de la evaluación inicial tratando de conseguir que el paciente sea trasladado lo antes posible a un centro hospitalario para su tratamiento definitivo. Recordar que lo mas importante en al tratamiento de una hemorragia es tratar de parar el sangrado abundante y prevenir que el paciente sufra consecuencias graves como el estado de shock, logrando también que el paciente permanezca tranquilo y en la medida de lo posible evitar que sea conciente de la lesión sufrida.

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